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¨Quizás digas que soy un soñador…
pero no soy el único¨
John Lennon – Imagine
El ser humano dispone en este momento de información más clara sobre la importancia de atender con amabilidad al planeta que nos cobija. El mismo que nos brinda con plenitud y de forma noble cada elemento, aspecto y condiciones que se requieren para la vida y el hábitat.
Algunos aún se pueden hacer los ciegos y no faltarán los distraídos de siempre, sin embargo parece que ya es una tendencia sobre las mayorías, al menos haber escuchado que existen iniciativas que buscan proteger, resguardar y sobre todo darle mayor ¨vida útil¨ al medio donde evolucionamos y conscientemente acompañarlas con la adopción de mejoras en las costumbres que marcan el estilo de vida de nuestras sociedades.
Las iniciativas en pro del ambiente vienen desde diversos canales y para satisfacción de muchos, podemos decir que al menos de modo enunciativo y más allá de lo meramente cosmético, ya los entes de gobierno, organizaciones multilaterales y delineadores de las políticas globales, tienen dentro de su agenda estratégica, temas que van vinculados a una mayor sustentabilidad del mundo.
Políticas que atienden el ambiente, la educación, el hambre, la salud, el género, la energía, entre otros que en total suman diecisiete de igual importancia e impacto global, forman parte de ese complejo y ambicioso desafío que deberían ser objetivos de todos sin excepción.
Ya se hace común escuchar sobre iniciativas públicas y privadas que incorporan la visión de la economía circular, el modelo del ¨donut¨ (rosquilla) y que parten de la base de concientizar y crear valores asociados. Pero también, otros estímulos como el económico y hasta el de las penalidades son aplicados para impulsar esta ¨cruzada¨, la cual debe atenderse más como un estilo de vida obligante que un proyecto transitorio, si queremos que nuestro mundo sea mejor.
De forma tangible, la Unión Europea por ejemplo perfila la propuesta que para el 2035 eliminará la posibilidad de adquirir vehículos que no sean eléctricos y ante este planteamiento, los fabricantes de autos estarían de acuerdo, siempre que se instaure una red de recarga confiable y de calidad. Por su parte en Estados Unidos de Norteamérica, desde el gobierno central piden al sector automotriz prepararse para que en el 2040, al menos el 40% de las ventas sean de unidades vehiculares eléctricas.
Acercándonos un poco más en este serio juego de proyecciones, el objetivo de España para el 2023 es de 250.000 autos eléctricos matriculados y habilitar más de 80.000 puntos de recarga en todo el país ibérico, para lo cual invertirá a partir de este 2021 un monto cercano a los 4.300 millones de Euros.
Este solo ejemplo del sector automotriz, sin duda, desprende muchas otras consideraciones, variables y aspectos, que conformarán una nueva puesta en escena de actores, escenarios y premisas donde todos tendremos una participación de una u otra forma.
Algunos buscan alcanzar e ir a la conquista de espacios en otros planetas para que en el futuro puedan ser habitables, otros tratan de mejorar las condiciones en este donde ya vivimos desde hace millones de años. Ambas tendencias son importantes, no son excluyentes y por el contrario, buscan darle continuidad a la especie y su evolución.
Seamos parte de lo bueno y de lo sustentable
Nelson Palmero Durán
Cofundador y Director General
MBA – IESA
Negocios Internacionales – IE
Business Consultant
Emprendedor