Aceptando y entendiendo el ¨Costo Hundido¨

Aceptando y entendiendo el ¨Costo Hundido¨

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Las decisiones que deben asumir los encargados de dirigir en el ambiente empresarial y de negocios, ya sea en organizaciones establecidas como también en nuevos emprendimientos, están llenas de componentes de incertidumbre proveniente desde todos los frentes.

Si nos enfocamos en los emprendedores y sus emprendimientos, se debe comenzar desde el mismo momento cuando deben decidir si dejan de lado todo vínculo dependiente de un patrón, la estabilidad de un puesto de trabajo, la seguridad de un ingreso frecuente y fijo, al igual que la antigüedad generada por años dedicados y entregados a un empleo.

Posteriormente y ya en sus pasos de emprendedor, empieza la presión y la dinámica no siempre planificada por generar recursos, hacerse conocer en el mercado, atraer al primer cliente, concretar la venta de estreno de su producto o servicio y haciendo sonar su caja registradora, sentir que su impulso emprendedor tiene sustentabilidad y proyección a un futuro consolidado.

Pero en realidad, antes de lograr eso, es necesario realizar inversiones no sólo de recursos económicos sino también de tiempo y esfuerzos, los cuales son demandados al desarrollar su proceso de producción sea cual sea y desarrollar su primer inventario, definir su estructura de organización aunque sea de autoempleo, definir e implementar proceso de ventas que incluyan documentos, presentaciones, visitas, viajes, llamadas y hasta preparar e implementar una campaña de mercadeo y publicidad que le diga al mundo que existe y que pretende incorporarse como una opción de escogencia por clientes y o consumidores.

Estas inversiones o desembolsos que debe realizar el emprendedor, no necesariamente lograrán ser recuperadas porque son totalmente independientes del logro y cumplimiento del objetivo planteado. Este es el principio del concepto económico del ¨Costo Hundido¨.

En diversos textos del área de economía y negocios, coinciden en decir que el Costo Hundido o Irrecuperable, es aquel en el que ya se ha incurrido aunque el proyecto no se concrete, convirtiéndolo en datos que deben ser excluidos de todo análisis y evaluación del proyecto o gestión.

Se dice con cierta facilidad y por supuesto que la lógica ¨racional¨ impulsa a su aceptación desde el punto de vista del concepto, sin embargo es muy común ser víctima cuando se cae en la tentación de incorporar al mencionado costo ya incurrido, como elemento para la toma de decisiones en una situación del presente, denominándose esta acción como ¨Falacia del costo hundido¨.

Falacia del Costo Hundido – de lo cotidiano hasta lo corporativo

Ocurre a todo nivel, no escatima magnitud y tampoco nivel de impacto o trascendencia. En adelante, solo algunas referencias muy cotidianas que permiten ilustrar.

En lo intrapersonal, puede que hayamos invertido muchos recursos para mantener un VEHICULO por ejemplo, el cual ya no genera los beneficios, satisfacciones y utilidad esperada o deseada. Sin embargo, es común que se incorpore dentro del análisis de continuar o venderlo y salir de él, todo el esfuerzo monetario previo requerido para cambios de piezas, repuestos, etc.

En lo personal y posiblemente impulsado por las fuerzas del sistema de convivencia, mantenemos relaciones interpersonales a los cuales se les ha invertido tiempo, esfuerzo y hasta recursos económicos, los cuales siguen siendo demandados aunque cada día se vean más lejos los beneficios que se tenían esperados.

En lo profesional, es conocido de personas que se mantienen ejerciendo su profesión de carrera aunque no les gusta o ya nos le genera los beneficios como profesional requiere, sólo por incorporar en su toma de decisión el tiempo de vida que le han dedicado estudiándola y los recursos económicos que su familia invirtió para cubrir sus cátedras.

Ahora bien, estas situaciones también pueden ser observadas en otros niveles y es muy reconocido el ejemplo del CONCORDE, cuyo nombre completo era Aérospatiale-BAC Concorde, avión supersónico de transporte de pasajeros activo entre 1976 y 2003, construido conjuntamente entre las empresas British Aircraft Corporation y Aérospatiale

Ya en el año 2000 y luego del accidente de una de sus unidades, la baja tasa de pasajeros y el aumento de los costos, generaban una baja rentabilidad que hacía necesario redimensionar el proyecto.

Sin embargo, siendo un proyecto emblemático para el Reino Unido y Francia, donde los gobiernos de ambos países habían realizado enormes inversiones y entregaron importantes subvenciones a las empresas fabricantes, decidieron incorporar estas condiciones al análisis como argumento válido, cayendo en la ¨Falacia del Costo Hundido¨ y tomando la decisión de mantenerlo por unos años más.

Nadie está Exento

El proceso de toma de decisiones es un tema amplio y que tiene diversos aspectos relevantes que ameritan de análisis y revisión, pero el punto central y ¨pivote¨ es que la mencionada y necesaria decisión es tomada por personas o grupo de estas que tienen la demandante responsabilidad de aplicar un criterio racional.

Un modelo o proceso de decisión racional es un esquema estricto que se basa en supuesto exigentes, donde se deben conocer completamente el problema, los objetivos, las alternativas u opciones de solución, así como las consecuencias previstas de las posibles acciones.

Ya lo anterior evidencia un alto nivel de complejidad y dificultad, pero también hay que complementarlo con suponer que los decisores son totalmente racionales y no tienen sesgos ante los problemas planteados, que tienen la capacidad para procesar la información y que incorporan las consecuencias a presentarse inmediatamente y en tiempos futuros. Todo esto, con el objetivo de obtener la alternativa que maximice los resultados deseados.

¿Se puede evitar la tentación de caer en el Costo Hundido?

En un artículo publicado por primera vez en 1998 por Harvard Business Review, John Hammond, Ralph Keeney y Howard Raiffa estudian ocho trampas psicológicas que pueden afectar la forma en que tomamos decisiones y también exploran las medidas simples que se deben tomar en cuenta para mejorar las decisiones.

Abordando la Trampa del Costo Hundido, indican:

  • Obtenga puntos de vista de las personas que participaron en las decisiones originales.
  • Recuérdese que incluso los mejores gerentes y hasta las mejores personas, cometen errores.
  • No fomentes el miedo al fracaso.

La capacitación formal y las experiencias de la práctica, fortalecerán patrones y capacidades que diariamente serán exigidas ante procesos de toma de decisiones a todo nivel. La racionalidad y equilibrio necesario para este proceso, debe alimentarse permanentemente

REFERENCIAS

Un Panorama de los Modelos de Decisión, Enrique Yacuzzi , Universidad del CEMA, Buenos Aires-Argentina, 2007

https://ucema.edu.ar/publicaciones/download/documentos/358.pdf

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