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En este 2020, algunas palabras y frases se han abierto espacio dentro de la comunicación cotidiana de forma clara y contundente. Se han posicionado como tópicos infaltables en cualquier reunión informal o formal en consecuencia directa, de las condiciones que nos impone el COVID 19, sus causas o sus consecuencias.
Las palabras ¨pandemia¨, ¨confinamiento¨, ¨flexibilización¨, ¨cuarentena¨, ¨vacuna¨ entre otras, pudieran estar en la vanguardia y encabezar la lista, porque estas están relacionadas a la situación sanitaria globalizada. Sin embargo, también pueden ser estas, las que empiecen a desusarse más rápidamente y de forma directamente proporcional, cuando la crisis mundial se dirija a un evidente control.
Este año también ha tenido un uso común algunas que eran escasamente conocidas tal como el termino ¨Webinar¨, el cual sólo se veía aplicable a eventos y actividades empresariales o institucionales muy formales. Pero ahora, podemos estar seguros que en el momento cuando termine la pandemia y se alcance la seguridad sanitaria de los países, igualmente este término mantendrá su uso y hasta puede incrementarse su nivel de aceptación y comprensión de forma generalizada.
Es decir, la palabra llegó para quedarse porque la actividad también se mantendrá vigente.
Esto puede ser una referencia o evidencia contundente de lo que ha generado el proceso de Transformación Digital que estamos asumiendo en las sociedades, el cual según estudio realizado por OEA y BID para LATAM y el Caribe, en tres meses del 2020, se experimentó una aceleración de la Transformación Digital que se había proyectado a ocurrir en tres años.
Ampliando a un plano global y ejemplificando la adopción de la Transformación Digital, observamos que en China y ya desde el 2017, mediante una iniciativa de gigantes empresariales como Alí Baba entre otros, las personas que piden ¨limosnas¨ en la calle, de algunas de sus ciudades recibieron y utilizan un Smartphone sencillo que incluye su código QR y una identificación de Billetera Virtual y así, pueden recibir fondos virtuales sin tener dinero físico en sus bolsillos. Tan simple como colocarse un carnet con su código colgando en el cuello y con solo escanearlo, reciben esos donativos directa y automáticamente en sus cuentas. Luego, pueden también usarlo para el pago de sus necesidades.
¿Cómo llamaríamos a esta actividad? se nos ocurre, una e-limosna para un e-mendigo…Esto bien podría ser otro término que llegaría para quedarse al igual que la actividad.
Esperemos que la Trasformación Digital no sólo mantenga un buen ritmo en su velocidad de adopción en las actividades productivas y positivas para las sociedades como en la educación, la medicina, entre otros, sino también aumente el alcance de acción y abarque con brazos más amplios, para colocar sus beneficios a disposición de muchos más.
MBA – IESA
Negocios Internacionales – IE
Business Consultant
Emprendedor