¡Gracias a la adversidad… que nos ha dado tanto!.

¡Gracias a la adversidad… que nos ha dado tanto!.

Tiempo de lectura: 4 minutos

¿Quién fue Lucy?

Lucy era una chica a la que le gustaba caminar mostrando sus caderas según la reconstrucción de la esbelta australopitecus del museo Den Haag (1) (género extinto de primates que habitaron en África desde hace algo más de 3,9 millones de años hasta hace unos 2 millones de años) y un poco mas peluda que su versión mejorada actual. Con un lóbulo frontal inexistente, es probable que sus funciones neuropsicológicas superiores para el pensamiento y el juicio, fuesen discretas o casi inexistentes.

No me gustaría haber discutido con Lucy ya que, dada la carencia de lóbulo prefrontal (necesario para el control de impulsos) en ella y en mí, probablemente alguien hubiera resultado con una roca o un palo en la cabeza, porque creo que como australopitecus habría sido también un esposo un tanto más impulsivo que mi versión mejorada de hoy.

Fue en un encuentro inesperado con la filogenia del cráneo (Origen, formación y desarrollo evolutivo general) desde el Australopithecus hasta el Homo Sapiens Sapiens (subespecie que incluye a los seres humanos actuales). Me encontraba en el museo de antropología de la ciudad de México, allí donde esperaba aprender de los Olmecas, Incas y Aztecas, cuando así sin advertirlo, quedé atónito y maravillado por la aparición frente a mis ojos de una serie de cráneos mostrando la evolución de más de 4 millones de años que dió, espacio al lóbulo frontal y nos hizo humanos.

Entre Lucy y Eva: un dilema de toda la especie

Pero ¿cómo evolucionamos nuestros cerebros durante más de cuatro millones de años? y ¿cómo llegamos a ser quienes somos como para estar acá frente a un aparato que asemeja nuestros cerebros, creado por ellos, mientras escribo este artículo para Catalejo Virtual?, ¡este catalejos miró muy lejos!.

Según la teoría de la evolución de Charles Robert Darwin en su libro “El origen de las especies”, es más probable que tan hermosa creación divina llamada mujer, viene de Lucy y no tanto de la divina Eva. Los 450 cc de su cráneo con forma globular son un punto a favor de Lucy y no traernos la manzana de destierro del paraíso también, segundo punto ganado. En consecuencia Lucy 2 y Eva 0. Es claro: venimos de la esbelta Lucy.

Los retos y la adversidad como generadores del desarrollo del cerebro

A partir del “pequeño” cerebro australopitecus que es un tercio del tamaño al que evolucionamos en nuestro encéfalo actual, debimos afrontar muchos retos para desarrollarlo evolutivamente y así llegar a las tres veces más de volumen del cacuménico y fosfórico elemento pensante.

Pasamos por el ensanchamiento del cráneo en su parte frontal para dar espacio al lóbulo del mismo nombre que se alberga en él. Progresivamente en él se formó la citoarquitectura que soporta las funciones ejecutivas y nos permite hoy día poseer capacidades neuropsicológicas como la atención, la flexibilidad cognitiva, la conducta motivada por el pensamiento, el lenguaje, la expresión emocional y el control de impulsos. Por ello, más que un palo a la cabeza, un sarcasmo contundente es la neo interacción conyugal moderna, que a veces duele más que el palo y la piedra, pero gracias a Dios y/o según Darwin la evolución nos hizo “humanos”.

Así como evolucionó la citoarquitectura en mayor volumen (2), superficie, cantidad de neuronas (¡85 mil millones!) y conectividad (¡trillones de sinapsis!) (3), es muy probable también en el funcionamiento en términos de frecuencia del ritmo cerebral y especialización.

Lamentablemente o afortundamente no pudimos intentar hacer un electroencefalograma a nuestros ancestros, ya que no creo habría mucha colaboración del paciente en esos tiempos y apenas Hans Berger lo hizo posible en humanos hasta 1920.

Sin embargo, no luce descabellado suponer, que la evolución nos ha llevado a ritmos de ondas cerebrales más rápidas y mejor conectividad interfuncional. En nuestro centro de neurociencias clínicas y aplicadas solemos ver que los cerebros más especializados como el de un deportista ¨peak performance¨ son más rápidos y están mejor conectados que los del resto.

También que, mientras nuestro lóbulo frontal funciona más lento y más homogéneo, tendemos a cometer más errores en las actividades que exigen concentración o toma de decisiones en tareas de control de impulsos o a cometer más errores. También es cierto que un exceso de potencia o propagación en ritmos rápidos genera problemas clínicos como la ansiedad o el insomnio, pero estas desviaciones más que asociadas al desarrollo evolutivo están asociadas a la situación idiosincrática personal.

Tal evolución del lóbulo frontal requirió de muchos retos en el camino, pero gracias a la adversidad pasamos desde caminar recogiendo semillas a la caminata lunar, “un pequeño paso para el hombre…”, de la recolección a la agricultura robotizada, de la onomatopeya y la comunicación por señas al streaming con traducción simultánea, de subirse al árbol hasta avistar al drone con cámara 4K, del instrumento de percusión al piano, de la producción del fuego a la bomba nuclear que según Albert Einstein nos llevara de regreso a las peleas con piedras y palos. ¡no quiera dios! Mejor sigamos con la evolución y evitemos la extinción al mejor estilo Dawiniano.

La adversidad ha permitido entonces la evolución del lóbulo frontal para que desarrollemos funciones neuropsicológicas superiores como la atención, la flexibilidad cognitiva, la conducta motivada por el pensamiento, el lenguaje, la expresión emocional humana, el control de impulsos y la memoria operativa entre otras.

Así que cuando cuestiones a Dios y le preguntes “¿por qué Dios nos pones tantas dificultades?” ten presente lo que Albert Einstein dijo: “en cada puerta que la ciencia abre se encuentra a Dios” y recuerda aquello de Sigmund Freud: “he sido un hombre afortunado, nada en la vida me ha sido fácil” y puedes escalarlo a la especie humana con un enfoque Dawinista: “Hemos sido una especie afortunada: ¡gracias a la adversidad que nos ha dado tanto!”.

REFERENCIAS

(1) Para una foto sexy de Lucy visitar: https://images.app.goo.gl/SNhFvXQaYJnRiY6U8 

(2) Para una vista detallada de la estructura cerebral de un cerebro normal actual recomiendo visitar el atlas del cerebro de Harvard en: http://www.med.harvard.edu/AANLIB/cases/caseNA/pb9.htm

(3) Para un mayor detalle del mayor estudio de conectividad cerebral recomiendo visitar el proyecto “Human Connectome” en: http://www.humanconnectomeproject.org/

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Copyright © 2020 · Catalejo Virtual