Tiempo de lectura: 5 minutos
El camino a la felicidad no existe, la felicidad es el camino.
Juan Pablo II
Retomando la exposición de lecciones de vida iniciadas en la publicación anterior de LA FELICIDAD ES EL CAMINO publicada en Diciembre 2020, a continuación las reflexiones complementarias.
Ni tan calvo ni con dos pelucas
Otra lección que, aunque no he aprendido durante la pandemia, he tratado de poner en práctica con más frecuencia. En medio de una situación de crisis no podemos tomar decisiones apresuradas, sino que lo mejor es continuar haciendo lo que hacíamos antes de la crisis. Dejar que las emociones más fuertes se calmen y luego comenzar a tomar decisiones.
De lo contrario, corremos el riesgo de decidir visceralmente. Claro que con este análisis quisiera tener mucho cuidado porque en ocasiones hay personas a quienes más bien les cuesta tomar decisiones. Terminan tomándose tanto tiempo luego de la crisis que postergan decisiones importantes que pueden llegar a ser muy costosas para sí.
Así que, como se dice en mi país: “Ni tan calvo, ni con dos pelucas”, no debes tomar decisiones durante la crisis, pero tampoco es que vas a esperar tener el agua en el cuello para comenzar a actuar y decidir.
En particular he aprendido esta maravillosa lección de mi madre. A pesar que yo soy una persona profundamente ansiosa mi mamá es todo lo contrario. Ella goza de una paciencia increíble que en ocasiones a mí me desespera, pero me obliga a entender y percibir la realidad de esa manera, entendiendo que un bolero se puede bailar y disfrutar tanto como un reguetón.
El problema es cuando la vida te está tocando un vals y tú te desesperas en bailar una salsa. O cuando te tocan un merengue y tú te empeñas en bailar un tango.
Con mi mamá he aprendido que la vida no es una carrera de cien metros, más bien se asemeja a un triatlón, en el que en ocasiones toca correr y en otras nadar. Lo importante es adaptarse al momento y comprender que independientemente de la situación que estemos viviendo podemos y debemos disfrutarlo.
Otra lección maravillosa que me ha dejado el periodo de pandemia es que es muy fácil anticiparse de forma negativa a los momentos de crisis. De hecho, hay muchas personas que terminan siendo una especie de profetas del desastre, haciendo afirmaciones desalentadoras sobre el porvenir.
En una oportunidad leí una frase que me encantó. “Hoy es el mañana que nunca llegó y que tanto temías”. Es así, en especial cuando pronostican siempre que el “mañana” será peor que el “hoy”. Cuando terminamos arribando a ese mañana y se convierte en el presente no es tan negativo como lo pintaban.
Recomendaciones para ser feliz
Así han transcurrido los días y el mundo entero sigue adaptándose a una nueva realidad. Sin embargo, la humanidad entera se divide en dos grandes grupos: los que rescatan y entienden las enseñanzas que nos deja lo que estamos viviendo y aquellos que no.
A mí en particular me dejó otra enseñanza maravillosa y es que independientemente de la situación por la que estemos atravesando en nuestras vidas, siempre debemos darle un sentido y vivirla con un propósito, tal y como dice Viktor Frankl: “Si un ser humano pierde el sentido de vivir, se deja caer y entra en crisis.”
Es por eso que yo no me conformo con sobrevivir, yo decido cada mañana al despertar supervivir, disfrutando de todo lo que me ha brindado la vida y todo lo que he podido ir cosechando con mi trabajo, decisión que me facilita decidir también ser feliz y sentirme pleno con quien soy y con lo que hago.
Quisiera rescatar todas las enseñanzas que hasta ahora he podido resumir en estas cortas líneas. Quisiera puntualizar algunas recomendaciones para ser feliz:
- Tu felicidad solo depende de ti. No permitas endosarle tu felicidad a nada ni a nadie. Tú eres y serás siempre el dueño de esa decisión trascendental en tu vida, decisión que de paso debes tomar todos los días porque no es automático.
- Debes construir y escribir tu propia lista de la felicidad. Parece mentira, pero muchas veces nosotros mismos desconocemos qué nos hace sentir plenos, qué nos puede cambiar para bien un día cualquiera. Por ello lo mejor es escribirlo y luego leerlo en voz alta.
- Vive un día a la vez. Deja de estar angustiado por los días que aún no han llegado porque cada día trae sus propios problemas. Ocúpate del hoy cada día y así sucesivamente.
- Tú decides qué regalo recibir. Las noticias son noticias por ser lo extraordinario, no puedes pensar que lo que ves en el titular de un noticiero va a suceder a todos por igual, porque precisamente es noticia por ser algo extraordinario.
Concluyo con esta frase que me encanta de San Juan Pablo II: “El camino a la felicidad no existe; la felicidad es el camino”. Si sigues esperando que se conjuguen todos los factores en tu vida para que te llegue la felicidad, casi como un acto celestial, de forma indirecta estás decidiendo ser profundamente infeliz, porque tal y como dice Abraham Lincoln: “Las personas son tan felices como se proponen serlo”.
Espero que a partir de este momento te propongas ser profundamente feliz cada día de tu vida porque esta vida es irrepetible. Este día en el que decides regalarte esta lectura, que espero que nutra profundamente tu corazón y tu alma, no va a repetirse otra vez.
Por tanto, agradece, extrae lo que te gusta y desecha lo que no te sirva. Pero alimenta tu ser con cada frase y cada testimonio. Intenta conseguir las muchas similitudes entre lo que has leído y las situaciones que has superado hasta ahora. Motívate a ser hoy mejor que ayer y que tu cambio de actitud logre inspirar a todas las personas que permitan abrirse contigo y descubrir la nueva versión de ti.
Motívate a alcanzar esos sueños más anhelados, esos que guarda ese niño o esa niña interna que aún sobrevive a pesar de que muy poco la dejas expresarse con libertad. Anímate a comenzar ese proyecto que tienes años postergando por temor a fracaso. Toma las decisiones que desde lo más profundo de tu corazón sabes que te hacen falta tomar.
Párate frente al espejo por primera vez en tu vida con un motivo diferente y comienza a reírte, así sin más, no importa, poco a poco te darán ganas. Y a esas voces que comenzarán a decirte desde tu interior que “pareces un loco” o “una loca” mándalas a callar y ríete de ellas también.
Atrévete a mirarte en un espejo grande de tu casa y recuerda a ese niño o esa niña y dile a través de tus ojos cuánto lo amas. Recuérdale todo lo maravilloso que has logrado en tu vida, reconoce su esfuerzo y el tuyo y felicítate con un sentido y sonoro “te amo” que salga desde lo más profundo de tu ser. Para evitar que alguien te interrumpa hazlo cuando estés totalmente solo, pero bríndate ese momento de intimidad contigo mismo.
Cierra un nuevo acuerdo con tu ser, y comprométete a llevar una vida más agradable de hoy en adelante, a disfrutar de lo que tienes y trabajar por lo que quieres, sin culpar a más nadie por lo que pasa o deja de pasar en tu metro cuadrado.
Asume con valentía lo retos que se viene a partir de ahora, y que este día lo recuerdes siempre por haber dividido tu vida en dos, una antes de ser consciente y otra ahora que eres consciente que esta vida es una sola.
REFERENCIA
– https://catalejovirtual.com/la-felicidad-es-el-camino-parte-1/
Imagen principal por Marc Najera de Unsplash
Ingeniero, Magister en Gerencia Industrial
Coach Empresarial y Especialista en el área de Calidad
Asesor Organizacional
Profesor de Postgrado y Conferencista
https://luisthielen.com