La Universidad pos COVID 19: ¿mayor o menor “marketización”?

La Universidad pos COVID 19: ¿mayor o menor “marketización”?

Tiempo de lectura: 4 minutos

La pandemia COVID 19 parece que está aún lejos de ser superada, por lo que continúan apareciendo por doquier desafíos no quedando casi ninguno de los constructos sociales de la humanidad sin que sea sometida al parte aguas del primer virus catastrófico del Siglo XXI.

La Universidad es una de esas instituciones básicas de la sociedad, al menos desde la edad media, que también le tocará reajustarse para seguir siendo uno de los soportes civilizatorios y como en el resto de instituciones que ya traían su procesión por dentro, el sacudón del coronavirus desafía los fundamentos bajo las cuales se cimientan las universidades, siendo uno de ellos el financiamiento para su sustentabilidad. Mitos, prerrogativas, privilegios, ideologías, y pare de contar, poco a poco tendrán que debatirse dentro y fuera del mundo universitario a los fines de ajustarse en un nuevo entramado sobre el cual actuar.

El alcance extendido de la pandemia está reclamando en cada Estado-Nación de la Aldea Global Siglo XXI, revisar sus configuraciones internas procurando un ¨reseteo¨ en sus componentes básicos, Estado, Mercado, Religión, Familia, etc., incluido el del relacionamiento entre estos. Todavía es prematuro para apreciar con nitidez si el Estado y el Mercado, las dos macro instituciones sin las cuales las sociedades no existirían, mantendrán las mismas preponderancias relativas que tenían antes del COVID 19. Para los países con fuerte prevalencia del Estado y con Mercado subordinado la viabilidad económica seguramente estará bastante comprometida pues el parón económico que ha traído la pandemia los está dejando exhaustos fiscalmente por lo que tenderán a apelar al Mercado para recuperar la economía y, por el contrario, los países con débiles Estados y Mercado dominante habrá presiones para una mayor atención social con las consiguientes presiones tributarias hacia los agentes económicos.

Tanto las elecciones recientes de EEUU como las manifestaciones recientes de varios países, Guatemala, Chile, Colombia, Perú, entre otros, tienen en el fondo la interpelación de la ciudadanía por el tipo de Estado que se demanda para atender no tan solo los efectos actuales del COVID 19, sino las secuelas sociales y económicas que ya empiezan a mostrarse con el incremento del desempleo y la quiebra de empresas que difícilmente volverán a operar.

En medio de la turbulencia actual de la cual saldremos con una nueva configuración de Estado y Mercado es esperable que entidades como las Universidades serán también afectadas y uno de los aspectos esenciales de esa afectación es el de su financiamiento. En aquellos países con arraigados sistemas públicos de sostenimiento de la educación superior, el debilitamiento económico del Estado y las prioridades sociales que dejará el COVID 19 no presagia buenos tiempos para seguir contando con recursos públicos por lo que bueno es que los dolientes principales, autoridades universitarias, profesores, empleados y estudiantes se dispongan a analizar y discutir con amplitud de miras cómo obtener los recursos necesarios para seguir existiendo. Incluso para los países con sistemas mixtos de financiamiento del sector universitario, la pandemia los interpela pues la recuperación de los costos mediante mecanismos propios de los mercados, como cobro de matrículas, se ven en aprietos por el descalabro económico generalizado que ha traído.

Entendiendo por ¨marketización¨ la adopción de reglas propias de los mercados de bienes y servicios transables en el ámbito de universidades, publicas, sobre todo, pero también en las privadas, se puede aventurar a especular que la pandemia del coronavirus acelerará esta práctica que ya venía desarrollándose a distintos ritmos en función de los contextos específicos de los distintos países. Desde las pioneras universidades de EEUU que empezaron lo que se ha denominado el ¨capitalismo académico¨, el financiamiento de estas instituciones cada vez depende menos de las arcas públicas apelando cada vez más a la comercialización de los conocimientos generados en las aulas. Las universidades que no logran mercadear sus conocimientos enfrentan sus restricciones de financiamiento mediante el cobro a los estudiantes.

Debe observarse que por ¨marketización¨ no debe entenderse privatización, pues esta implica transferencia de propiedad de activos desde el sector público al privado, que eventualmente puede haber en el ámbito de universidades públicas y en ese caso debe analizarse tal movimiento dentro de la categoría de política pública denominada privatización. Con la estrategia de marketización las universidades públicas adoptan prácticas similares a entes privados en cuanto a producción y mercadeo de productos transados con mercados específicos y también puede ser útil para aquellas universidades que declarándose jurídica, y sobre todo tributariamente ante el Estado, como instituciones sin fines de lucro requieren sobrevivir mediante la comercialización de sus servicios.

La ¨marketización¨ de la universidad tal y como ha sido expuesta es mucho más compleja que la privatización puesto que es transversal a todo el sector universitario en donde se expresan una serie de particularidades que deben recogerse en las distintas acciones que operacionalizan la marketización. Entre ellas dos esenciales al margen de si la universidad es pública o privada y si dentro de esta se busca o no el lucro, a saber: la acreditación y la certificación de calidad.

En lo primero, la intervención del Estado es imprescindible por cuanto la generación y distribución del conocimiento, a pesar de la avasallante mercantilización que busca el capital en su incesante búsqueda de reproducción, sigue reteniendo hasta ahora lo que se denomina el carácter de bien público y por tanto objeto de regulación del Estado para su acceso y distribución por parte de la sociedad.

Es en la certificación de la calidad de los servicios producidos por las universidades en donde existe la posibilidad de que no sea únicamente el Estado el responsable de esta importante función, pudiéndose permitir incursiones distintas ya bien sea por la provisión de entes privados que se dediquen a explotar el negocio de la calidad de las universidades, que de hecho ya existen, o, bien por mecanismos ¨ad hoc¨ aupados autónomamente por las universidades.

Esta última no está muy desarrollada pues depende de la cooperación que al respecto se produzca en el seno de los sistemas nacionales de universidades. Lamentablemente más desarrollada está la vocación competidora con estrategias depredadoras y canibalizadoras entre universidades, tanto en el sector público como en el privado, que la cooperación en torno a estándares de calidad mínimos que debieran compartirse.

Es más, es mayor la búsqueda de cooperación transfronteriza que la cooperación intra país, conllevando ello a una creciente globalización de la educación universitaria que amenaza la soberanía científica de los países.

¿Asistiremos a una ¨macdonalización¨ de las universidades locales y nacionales? Esperemos que no, por el contrario, que se imponga un mínimo de cooperación entre las elites universitarias. ¿Quién liderara esta cooperación? Para saber más de este tema les dejo unas referencias bibliográficas que les pueden ser útiles1.

REFERENCIAS

http://www.brunner.cl/
Brunner J.J. EDUCACIÓN SUPERIOR EN CHILE:
INSTITUCIONES, MERCADOS Y POLÍTICAS GUBERNAMENTALES,
1967-2007

https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4242056.pdf
Burton Clark and the meaning of entrepreneurship at university
Por: Edwin Tarapuez Chamorro, Hugo Osorio Ceballos, Ramiro Parra Hernández

https://www.researchgate.net/publication/232984070_Burton_Clark’s_The_Higher_Education_System_Academic_Organization_in_Cross-National_Perspective
Burton Clark’s The Higher Education System: Academic Organization in
Cross-National Perspective
John Brennan
Centre for Higher Education Research and Information, Open University, London and Milton Keynes, UK

4 Comments
  1. Andreína Alcántara H. dice:

    Le tocará a las universidades venezolanas y del mundo reinventarse para poder salir a flote.

    1. Asi es Andreina. Lo peculiar de la reinvención de la universidad es que tendrá que ser endógena pues a diferencia de otros sectores, por ejemplo, el turismo o restauración (restoranes) el mercado puede exogenamente demandar la innovación en las universidades por su devenir histórico no es muy sensible al mercado en cuanto a responder a sus orientaciones.

  2. Jesús Alí Camacaro Pérez dice:

    Creo que es una buena oportunidad de prestar sus servicios a través de trabajos virtuales de sus Profesores y Alumnos. Jesús Alí Camacaro Pérez.

    1. Así es Jesús Ali, la extensión virtual es una opción para que la universidad se reconecte con su entorno. Una adecuada marketizacion podría ayudar a identificar que puede ser provechoso tanto para la universidad como para su entorno, intercambiar para beneficio mutuo. Gracias por el comentario.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Copyright © 2020 · Catalejo Virtual