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A la tercera va la vencida, y esta vez, será de la mano de la digitalización que se acelera con el COVID 19. Las Pymes tienen una tercera oportunidad y pueden aprovecharse aprendiendo de la historia. En los dos intentos anteriores, Revolución Industrial y Post Segunda Guerra Mundial, fracasaron y no pudieron abrirse un espacio entre las grandes empresas, monopolios y oligopolios públicos y privados incluidos. ¿Será en el Post COVID 19 el momento propicio para que ocurra y esté inmerso junto a la nueva realidad?
Desde los advenimientos de la Revolución Industrial, R.I. y de la Segunda Guerra Mundial, II G.M., no se le presentaba a las pequeñas y medianas empresas, Pymes, una especial oportunidad, esta vez derivada del COVID 19, para posicionarse en la economía como un protagonista valido de ser tomado en cuenta en igualdad de condiciones de dignidad, como la deparada a las grandes empresas, tanto en el mundo capitalista como en el de las economías intervenidas por el Estado.
Mientras las dos primeras oportunidades, R.I. y II G.M. pueden ser calificadas como hechuras directas del hombre, el COVID 19, si bien es también un fruto indirecto del accionar del hombre, es a todas luces un hecho sobrevenido intempestivamente para el cual pocos estaban preparados. Las oportunidades, dicen, las pintan calvas, y del origen de esta frase1, se desprende que ellas caducan rápidamente por lo que, a los efectos de los dolientes de las Pymes, la agilidad con la cual aprovecharla determinará quienes sobrevivirán y quienes engrosarán las filas de empresas “fallecidas” con, no por, el coronavirus. Veamos.
Organizando para maximizar los beneficios – 1era oportunidad: Gran Empresa Vs. Pymes
Con la Revolución Industrial vino toda una discusión acerca de la mejor manera de organizarse para explotar las ventajas de las innovaciones tecnológicas que ella traía continuamente. La Pyme perdió esa oportunidad pues el “establishment” académico y político optó por favorecer a la gran empresa como el instrumento organizativo para alcanzar las economías de escala que ciertamente permitían, simultáneamente, reducir los costos unitarios de producción de los bienes y generar los ingresos suficientes para cubrir el elevado punto de equilibrio que exigían las grandes inversiones en maquinaria.
No importó que el acucioso economista Alfred Marshall, 1842-1924, con su impronta de amante de la biología y con la sensibilidad socialista que exhibía, desafiara a sus contemporáneos insinuando que a la par de las grandes empresas, una aglomeración particular de pequeñas empresas con algunos tipos de productos se podía, no solamente ser eficientes económicamente, sino brindar un gran apoyo para la creación de bienestar social. Por razones que aún se ventilan, no sin polémicas, Marshall “tiró la toalla” y más es reconocido por su aporte a la economía neoclásica que como insinuador de vías diversas para generar riqueza.
Núcleos de producción basados en la PYME: una evidencia real e histórica
El distrito marshalliano vino a ser descubierto después de la II Guerra Mundial con la llamada Tercera Italia y no sin desprecio académico e intelectual, la realidad de la de post guerra mostraba como existían unos territorios donde se creaba una atmosfera social, cultural, política e institucional en medio de la producción de bienes y servicios desarrollados en pequeñas y medianas empresas.
Uno de los descubridores del fenómeno conocido como el distrito industrial italiano, el florentino Giacomo Becattini2, 1927-2017, nos invita a pensar qué hubiese pasado si el propio Marx se hubiese percatado de este fenómeno como lo hizo Marshall, ¿Se hubiese desarrollado ese culto por el gigantismo que terminó de burocratizarse en las empresas del Estado en nombre de un socialismo pre comunista?.
La recuperación de Italia después de la II Guerra Mundial es de común y general aceptación e incluso recogida en el templo de la gerencia mundial, la Harvard School, cuando Michael Porter incorpora el concepto de “clúster” en su popular libro la Ventaja Competitiva de las naciones. Lamentablemente ya para finales de los años setenta del siglo pasado la crisis económica mundial, acicateada por la salida de los Estados Unidos en 1971 del Acuerdo de Bretton Woods y por las sucesivas crisis petroleras en el Medio Oriente, se llevaron por delante al eslabón más débil de todo tejido empresarial como son las pequeñas y medianas empresas.
Del emblemático y popularizado distrito industrial de Prato, desde donde se pivoteó la cacareada marca Made in Italy, hoy los chinos, en reanudación de la Ruta de la Seda de siglos atrás, han invadido con la economía informal el otrora distrito competitivo3. Prato puede ser denominado hoy como el territorio Made in China en Italia.
Revalorar el concepto de PYME´s: 2da oportunidad histórica
Con la financiarización de la economía mundial se marginó de los círculos de poder la consideración de las Pymes, salvo para hacerlas objeto del asistencialismo propio de la “cultura del pobrecito”, según la cual por ser “débiles” había que otorgarles protección, pero en los mismos términos que se hace con los pobres: como una caridad, generadora, por lo demás, de un parasitismo castrador de la destrucción creativa que proclamara Schumpeter que podía ser liderado por emprendedores.
Se volvió a enterrar, por segunda vez, a Alfred Marshall, aunque el legado del italiano Becattini perdura y dejó en entes como la Organización Internacional del Trabajo, OIT, la mismísima Organización Mundial del Comercio y especialmente en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, y sobre todo en muchas universidades y centros de investigación, extraordinarios espacios de apoyo y atención para emplear este constructo, la Pyme, como un factor de desarrollo perfectamente viable.
3era oportunidad para las PYME´s – Será el COVID19 el habilitador necesario?
Con el COVID 19 y su pandemia hija, la económica, se abre de nuevo una excelente oportunidad para re-dignificar a las Pymes requiriéndose una acción conjunta de la economía de los tres pilares: Mercado, Estado y Comunidad4.A diferencia de la dos oportunidades anteriores, R.I. y II G.M., hoy se dispone tanto de un abanico amplio de políticas públicas como de una profesionalización creciente en los mandos de propietarios y administradores de Pymes, por lo que se puede escoger la vía más adecuada al contexto local de estas organizaciones.
En materia de políticas públicas, al lado del asistencialismo infecundo hay gobiernos de distinta orientación ideológica, que intentan promover, e incluso proteger, a sus Pymes, mediante enfoques como el del desarrollo endógeno, o la incubación de empresas (starts up). Igualmente, del lado de la gestión de Pymes existe todo un menú de estrategias para aquellas que decidan crecer o mantenerse en algunas de las dimensiones, sea en el empleo, en activos o cartera de clientes. De tal manera, que la coyuntura del COVID 19 ha puesto en el orden de los decisores públicos y privados involucrados con las Pymes una amplia gama de opciones estratégicas5 con un ingrediente común a todas que es la digitalización de la producción y comercialización de bienes y servicios.
No importa donde se esté localizada, la Pyme puede participar en las cadenas de producción de valor que se desparraman a lo largo de la Aldea Global debiendo sólo decidir cómo actuar localmente, pero con alcance global. El desarrollo glo-cal es la gran ocasión de concluir las agudas observaciones de Alfred Marshall y el legado del italiano Becattini.
Referencias:
1 https://www.fundacionlengua.com/es/ocasion-pintan-calva/
2 https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2124386.pdf
3 https://www.lavanguardia.com/internacional/20190728/463730039717/italia-prato-florencia-comunidad-china.html
4 Raghuram, Rajan, The third pillar : how markets and the state leave the community behind. Penguin Press, New York , 2019. Kindle Edition.
5 Rosales L, R. La asociatividad como estrategia de fortalecimiento de la pequeña y mediana empresa en América Latina y El Caribe. Sistema Económico Latinoamericano, SELA, mayo 1997
Ingeniero Industrial
(1972, Universidad de Carabobo, Venezuela)
Maestría en Administración de Empresas
(1986, Instituto de Estudios Superiores de Administración, IESA, Venezuela)